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¡El presidente de la FIA AMENAZA la experiencia de los fanáticos en FEUD con los pilotos de F1!

¡El presidente de la FIA AMENAZA la experiencia de los fanáticos en FEUD con los pilotos de F1!

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El presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Mohammed Ben Sulayem, se ha convertido en una figura controvertida en el mundo de la Fórmula 1 debido a sus declaraciones polémicas, decisiones desconcertantes y su enfoque autoritario en la gestión del organismo rector del automovilismo. Su última medida, dirigida a los pilotos de Fórmula 1, busca restringir el uso de lenguaje inapropiado, una iniciativa que ha dejado perplejos a muchos aficionados y competidores. Las nuevas sanciones incluyen multas significativas y posibles suspensiones para aquellos que utilicen lenguaje ofensivo o expresen opiniones contrarias a las creencias personales de Ben Sulayem. Recientemente, ha reafirmado su postura, advirtiendo que si los pilotos no siguen sus reglas, se impondrán castigos adicionales.

En una visita a Madrid para asistir a una cumbre de oficiales y comisarios, Ben Sulayem presentó un informe contra el acoso y los insultos en las redes sociales, motivado por amenazas recibidas por la comisaria Silvia Bellot en el Gran Premio de Estados Unidos de 2022. Durante su intervención, abordó temas de actualidad, incluyendo futuros cambios en los directores de carrera y sanciones más estrictas por lenguaje inapropiado. Justificó las sanciones, afirmando que los pilotos deben ser embajadores responsables del deporte y que “no es mucho pedir que los pilotos no digan palabrotas”

Esta postura ha generado una reacción adversa entre los pilotos. La Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) emitió un comunicado solicitando ser tratados como adultos y criticando las comparaciones de Ben Sulayem, quien sugirió que los pilotos no debían actuar como “raperos”, una declaración que algunos, como Lewis Hamilton, consideraron que tenía un “elemento racial”

Max Verstappen, actual campeón del mundo, también se pronunció al respecto, cuestionando la razonabilidad de esperar que los pilotos eviten por completo el uso de lenguaje fuerte durante las carreras. Argumentó que, dado que las comunicaciones por radio se transmiten públicamente, es inevitable que ocasionalmente se escuche algún lenguaje fuerte. Verstappen enfatizó que dicho lenguaje no está destinado a ofender y cuestionó si se esperaba que los pilotos fueran tan cautelosos como niños de cinco años

A pesar de las críticas, la FIA ha actualizado su Código Deportivo, endureciendo las sanciones por el uso de lenguaje inapropiado. Las nuevas normativas incluyen multas significativas y suspensiones por el uso de lenguaje inapropiado. Aunque algunas escuderías, como Red Bull, han manifestado sutilmente su desacuerdo, la Asociación de Pilotos de Grandes Premios ha sido más directa, pidiendo un trato más razonable en el uso del lenguaje. A pesar de que la FIA justificó los cambios como un esfuerzo para mejorar la transparencia, la situación ha generado tensiones dentro de la organización y la parrilla de pilotos

Mohammed Ben Sulayem ha defendido estas medidas, argumentando que los pilotos deben comportarse de manera profesional y que el uso de lenguaje inapropiado no es aceptable en un deporte de alto nivel. Ha señalado que la FIA está comprometida con mantener la integridad y la reputación del automovilismo, y que estas sanciones son necesarias para asegurar que los pilotos actúen como modelos a seguir para los aficionados y las generaciones futuras.

Sin embargo, esta postura ha sido vista por algunos como un intento de restringir la libertad de expresión de los pilotos y de imponer una cultura de censura dentro del deporte. La tensión entre la FIA y los pilotos continúa aumentando, y muchos en la comunidad de la Fórmula 1 están observando de cerca cómo se desarrollará esta situación en las próximas temporadas.

En resumen, las recientes acciones y declaraciones de Mohammed Ben Sulayem han generado un debate significativo en la Fórmula 1 sobre el equilibrio entre mantener la profesionalidad y permitir la libertad de expresión de los pilotos. Mientras la FIA busca imponer normas más estrictas, los pilotos y los aficionados están evaluando las implicaciones de estas medidas en la cultura y el atractivo del deporte.